Son tantas las incógnitas que surgen al momento de buscar un nuevo hogar que pueden terminar por confundirlo: ¿cuánto debo pagar? ¿Sus papeles estarán en regla? ¿La zona será la adecuada? Por eso, los agentes inmobiliarios suelen representar un alivio cuando de transacciones de bienes raíces se trata.
“Si trabaja con el propietario, el corredor deberá definir el valor comercial de la vivienda, revisar el título de propiedad y ver si esta tiene algún tipo de gravamen, establecer la mejor estrategia de venta o alquiler, entre otras cosas. Si más bien asesora a un comprador, entonces deberá presentarle las mejores alternativas de inmuebles, negociar el precio del elegido, revisar los parámetros de construcción en la municipalidad, entre otros.”
El pago de comisiones varía entre el 3% y el 5% del valor de vivienda. Cuando son las primeras ventas, es decir, hechas por los constructores, el porcentaje es menor (3%) porque no se paga la alcabala. En el resto de casos sí se paga este inmpuesto, así que corresponde el 5%.
Cuando se trata de alquileres, lo usual es pagar un mes de la renta pactada por cada año de contrato, y si este es por menor tiempo, entonces se paga el 10% de cada mes.
Cabe recalcar que el encargado de dar la comisión es siempre el propietario del inmueble, no el inquilino que está en busca de uno.
“La ley 29080 que rige la actividad inmobiliaria exige la existencia de un contrato de corretaje”. En este acuerdo debe figurar si el agente
tendrá o no exclusividad con la vivienda y la vigencia de esta.
Finalmente usted será quien decidad si prefiere trabajar con un corredor inmobiliario. Si lo hace, tenga en cuenta lo revisado hasta el momento y dedíquese a pensar en su nuevo hogar”.
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