La alta rotación de proyectos en el mercado inmobiliario ya no es el principal signo distintivo de su dinamismo, pues la tendencia en la oferta también está mostrando una interesante movilidad y amenaza con cambiar el panorama de la industria.
Y contrariamente a lo que aconteció en el último trimestre del 2008 —cuando las inmobiliarias con mejores resultados atendieron en su mayoría a los segmentos A y B—, entre enero y marzo los proyectos dirigidos a los nichos C y D fueron copando una parte cada vez más importante de la oferta inmobiliaria.
Una muestra de ello es el ránking elaborado por la consultora Tinsa con las 10 inmobiliarias con mejores resultados al cierre del cuarto trimestre del 2008, que ubica en los tres primeros lugares a la constructora GMV (del grupo Graña y Montero), la inmobiliaria Imagina y Líder Inversiones y Proyectos, empresas que tradicionalmente ofertan para los nichos A y B, pero que —a excepción de Imagina— ahora también apuestan por atender a los sectores con menos recursos.
Para Fernando Velarde, analista de la consultora inmobiliaria Tinsa, la primera lectura de la clasificación es que el mercado está definiendo sus tendencias en consonancia con la demanda efectiva y el déficit de vivienda que tiene el país.
El caso de GMV es representativo, pues según explicó su gerente general, Rolando Ponce, la política de la empresa viró este año hacia los proyectos de vivienda de interés social. Velarde explica que Líder también toma sus precauciones al incursionar en proyectos del tipo Mivivienda. A su vez, empresas como Imagina y Marcan seguirán su especialización en proyectos exclusivos.
El analista agrega que el comportamiento del mercado entre enero y marzo pone cifras a esa tendencia: las ventas en los segmentos A y C crecieron 108% y 83%, respectivamente.
Contrariamente, en el segmento AB las ventas decrecieron 1,6% y en el B solo avanzaron 11%, lo que significa que la oferta para estos nichos tenderá a reducirse.
Inmobiliaria, que ocupa el séptimo lugar en la clasificación, tiene una postura intermedia ya que no tiene en sus planes variar su oferta, que está dirigida a los mercados A y C. La empresa más bien ha optado por reforzar su división Vibien, que dirige sus proyectos de vivienda popular. “El objetivo no es solo vender una casa, sino ofrecer un hábitat a las familias de pocos recursos”, comentó su gerente general, Rodolfo Bragagnini.
MERCADO SE CONSOLIDA
El manejo de marcas es precisamente parte de la segunda conclusión que deja el ránking: el mercado inmobiliario peruano atraviesa por una selección natural que lo vuelve más competitivo. En palabras de Velarde, esta tendencia es impulsada por la demanda y la desaceleración económica, pues los potenciales clientes y los bancos ahora prefieren tratar con empresas consolidadas.
El gerente de GMV coincide con que el mercado inmobiliario está alcanzado un nivel de madurez y profesionalismo muy saludable. El mismo hecho que de ya se cuente con un ránking —agrega— demuestra que vamos por el mismo camino que han recorrido mercados más desarrollados, como el de Chile y Colombia.
El analista de Tinsa agrega que el cliente será beneficiado con este proceso de cambios, pues la competencia entre las inmobiliarias se reflejará de manera creciente en la colocación en el mercado de proyectos con mayor valor agregado.
EL MERCADO DE VIVIENDAS CAMBIA
La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) presentó ayer el XIII Estudio de Edificaciones Urbanas en Lima y Callao, que establece que el año pasado, el 88,9% de la construcción se concentró en el mercado de viviendas.
El estudio destaca que las viviendas con un costo mayor a US$80 mil concentraron el 50,6% de la oferta medida en metros cuadrados. Otro detalle significativo es que la oferta para los sectores C y D, que tiene mayor dinamismo por los programas del fondo Mivivienda, no solo se ubica en distritos como Independencia y San Juan de Lurigancho, sino que también está presente en zonas como San Miguel o Magdalena, a un valor promedio de US$35 mil.